CABO DE GATA
Lugar de ensueño para disfrutar de su hermosura singular.
Un espacio único para los amantes de la tranquilidad,
unido a playas afrodisíacas semidesiertas y vírgenes.
Por lo abrupto en que acaba la franja en el faro,
algunos visitantes conocen la zona como “el finisterre andaluz”.
El área de Cabo de Gata manifiesta
un inequívoco interés ecológico,
puesto que inciden simultáneamente singularidades faunísticas,
botánicas, geológicas y paisajísticas.
Se localiza en el extremo suroriental de la provincia de Almería,
a una 1/2 hora de la capital.
Dentro del espacio se encuentran los pueblos de
San Miguel de Cabo de Gata y Las Salinas,
San José, Pozo de los Frailes y Escullos.
En el paisaje concurren valores estéticos diversos:
sobre un fondo de severa aridez, alternan oasis que circundan
los charcones salinos, ásperas vertientes,
acantilados de más de 100 m que penetran en el mar,
extensas formaciones dunares cuaternarias y
amplias panorámicas que dominan cielo, mar y arena.
Cuenta la leyenda
que en la antigüedad
este lugar estuvo tan
poblado de focas monje,
que los navegantes
confundían sus gritos
con los cantos de sirenas.
De ahí el nombre de
Arrecife de las Sirenas,
lugar bellísimo,
imagen repetida y
representativa del
Parque Natural del
Cabo de Gata-Níjar.
Sobre este arrecife
se sitúa el faro.
Desde el cerro de San Miguel o el de la Vela Blanca
se observa una impresionante panorámica
hacia el este y el oeste del parque:
las Salinas, el Campillo de Gata, Cala Raja,
el Arrecife del Dedo, Punta Baja, San Miguel, etc…